Fragmento
Aquél que no renuncia a
esos afectos y permanece preso a ellos, no podrá ser santo. Aquél que tiene su
corazón repleto de deseos que no son deseos de Dios, ya tiene su corazón
ocupado por el mundo y por las cosas terrenas, y no podrá ser santo. Sean pues
los pobres de corazón, los pobres de espíritu, aquellos que no tienen deseos de nada que existe sobre la tierra, a no
ser Dios.
Fragmento
Piensen Mis hijos,
piensen en el amor que Yo tuve por ustedes, ayunando en el desierto, 40 días
por ustedes. Piensen en el amor que Yo tuve por ustedes, caminando por las
calles, anunciando Mi Reino, anunciando la salvación. Piensen en el amor que Yo
tuve por ustedes, aceptando ser crucificado y muerto en medio de acerbísimos
dolores por cada uno de ustedes, para salvar a cada uno de ustedes. Y díganme si alguien les
amó más que Yo.
Recen el Santísimo
Rosario de Mi Madre, pues, todo aquél que lo reza con amor y verdadero deseo de
corresponder a Mi Amor y al Amor de Mi Madre, se salvará. Verdaderamente no hay alma que Yo pueda condenar si reza el Rosario de
Mi Madre diariamente. Nunca mandé un solo devoto del Rosario de Mi Madre al
infierno, porque todos esos devotos siempre se salvan...
No hay comentarios:
Publicar un comentario